¿Qué es la concurrencia de culpas en un accidente de tráfico?
Cuando se produce un accidente de tráfico es habitual identificar a un único responsable del accidente. Pero es posible que se haya producido un accidente en el que exista culpa compartida entre los conductores implicados. Es decir, lo que se denomina concurrencia de culpas en un accidente de tráfico.
Debemos comenzar indicando que conforme a la normativa de aplicación se presume que existe una culpa exclusiva del conductor responsable, salvo que se dé una serie de excepciones. ¿Y cuáles son estas excepciones?
- Cuando exista culpa exclusiva de la víctima. Es decir, sea responsable la víctima
- Fuerza mayor extraña a la conducción o al funcionamiento del vehículo
- Cuando existe concurrencia de culpas.
¿Cómo podemos definir esta concurrencia de culpas?
Como una causa de moderación de la responsabilidad civil del conductor del vehículo culpable.
¿Cuándo nos encontramos ante un accidente con concurrencia de culpas?
Se da la concurrencia de culpas en un accidente de tráfico, cuando los intervinientes son responsables y perjudicados en un mismo accidente. En la medida que han participado en la producción del accidente, y por lo tanto, son culpables de los daños y perjuicios ocasionados. Es decir, de la indemnización.
Pero hay que tener en cuenta que ser responsables no significa que hayan participado por igual en el accidente. Es posible que según a la dinámica del accidente los intervinientes participen en la producción del accidente de distinta manera.
Así puede suceder que un conductor tenga un grado implicación distinto que otro y deba abonar un porcentaje de indemnización mayor o menor según el caso. Para una mayor comprensión, os indicamos un ejemplo sencillo de concurrencia de culpas.
Ejemplo de concurrencia de culpas en un accidente de tráfico
Pedro, conductor de un vehículo, atropelló a una peatón (María) cuando esta estaba cruzaba en rojo. Tras hacer las investigaciones pertinentes se ha comprobado que el vehículo que conducía Pedro circulaba a una velocidad superior a la permitida y si hubiera circulado a la velocidad adecuada podría haber evitado el accidente.
Por lo tanto, ambos tienen un grado de culpa que se haya producido el accidente. Lo que faltaría por determinar es el porcentaje de culpa.
Finalmente, se ha llegó a un acuerdo entre las partes y el conductor del vehículo (Pedro) tendrá un 30 % de responsabilidad en el atropello.
Hay que precisar que la normativa establece un tope máximo de reducción de indemnización a la víctima cuando existe esta concurrencia de culpas. Este límite se cifra en un75 % de reducción de la indemnización, así lo establece al art. 1 punto 2. Es decir, la víctima que haya contribuido al daño podrá percibir como mínimo un 25% de la indemnización por las lesiones y perjuicios sufridos. O en otras palabras, si se atropella a un peatón y su aportación causal no llega al 25 %, la indemnización que le corresponde por sus lesiones se ha de calcular sobre el 100 % y descartar por completo su coparticipación.
Al hilo del ejemplo anterior, la peatón (María) nunca podría haber percibido menos del 25% de su indemnización.
Destacar que la jurisprudencia de nuestros tribunales cuando se trata de peatones, ha sido muy restrictiva a la hora de apreciar la concurrencia de culpas, otorgando mayor protección a esta víctima. Al respecto citar la Sentencia del Tribunal Supremo (Sala 1º) de 12 de diciembre de 2008.
¿Cómo afecta la concurrencia de culpas en un accidente de tráfico a mi indemnización?
La responsabilidad civil derivada de vehículos a motor, es un tipo de responsabilidad civil solidaria y directa con la compañía aseguradora. De modo que podrá responder tanto la compañía aseguradora como el conductor responsable del accidente. Cuando ocurre un accidente en el existe concurrencia de culpas entre varios vehículos cada compañía abonará el porcentaje de indemnización en función del porcentaje de culpa que se le atribuya.
Reclamar una indemnización tras sufrir un accidente de tráfico
Cuando se sufre un accidente de tráfico se puede llegar a pensar que es relativamente sencillo gestionar y tramitar el expediente y conseguir que se pongan de acuerdo las partes. Pero la realidad es que existe numerosa casuística, distintos tipos de accidentes, y cada uno de ellos tiene unas características particulares. Por ello es muy importante tener un abogado especializado y experimentado en la materia de responsabilidad civil y seguro para que te pueda asesorar y hacer valer tus derechos.
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