En Francia han tenido la idea de privatizar las multas de velocidad y pronto los coches con radar podrían no ser exclusivos de los cuerpos de seguridad del Estado.

Dentro de muy poco esta medida estará ya en sus primeras pruebas. Según declaraciones del ministro del Interior galo, Bruno Le Roux, que recoge la revista Autoplus, “los primeros coches-radar conducidos por civiles comenzarán sus pruebas estos días en Normandía”. Si todo va según lo previsto, en principio será el próximo mes de septiembre cuando se inicie la privatización del sistema.

Esta “externalización del servicio de radares”, pretende aumentar el número de radares móviles en las carreteras sin que el Estado tenga que poner en circulación los 400 coches que ahora cumplen esa función y que circulan una media de una hora diaria.

El objetivo es duplicar el número de vehículos y alcanzar las ocho horas diarias de circulación. En principio los conductores que los guíen no cobrarán en función de las sanciones impuestas, pero los concursos se abrirán en las diferentes regiones del país vecino, y habrá que leer la letra pequeña.

Debate

Con la excusa de fomentar el empleo, se privatiza un trabajo que, hasta la fecha, competía a los agentes del Estado. Según Autoplus, serán radares móviles (nunca multarán estando aparcados, ocultos) y serán indetectables (con un medidor de velocidad oculto en la calandra) y solamente irá en él el conductor, ya que los sistemas de radar serán capaces de reconocer señales y adaptar sus márgenes en función de la velocidad máxima permitida.

Parece que los itinerarios no podrán ser elegidos al azar, sino que será la Administración la que elija los itinerarios. También habrá márgenes de error, algo mayores en adelantamientos.

Vía: Autoplus

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